martes, 17 de marzo de 2020

LENGUA Y LITERATURA


ETAPA DE DIAGNÓSTICO DE LITERATURA DE 4TO AÑO
1ra PARTE
COLEGIO JOSÉ M. ESTRADA
Prof Susana González
CLASE 1: la literatura de 4to año realiza un análisis de tres voces: “voces míticas, épicas y trágicas” abordaremos el inicio de clases con dos tipos de mitología: la mitología clásica y la mitología precolombina. La función de los mitos y cuál fue su función.
 Lectura de un fragmento del mito clásico: “A las puertas del Olimpo”
                Para los griegos las cosas empezaron así…
Al principio, todo estaba revuelto: el agua no corría, las tierras no eran sólidas, en fin, reinaba Caos (que en griego quiere decir “la boca del abismo”). De Caos nacieron la Noche y la Oscuridad, que lo destronaron y engendraron a Éter (el aire luminoso de las alturas) y al Día. De ellos nacieron la Tierra y el mar.
                Por aquellos tiempos también existía Eros (el amor), un poder tan antiguo como Caos, pero que impulsaba a la unión y a la creación. Con su fuerza, Eros engendró la vida en la Tierra, hasta entonces desierta, y florecieron las plantas, crecieron los animales, se poblaron las aguas y el Cielo lo abrazó todo.
                De la unión entre el Cielo y la Tierra, nacieron doce Titanes enormes y fortísimos, tres Cíclopes (que se llamaban así porque tenían un solo ojo, ubicado en el medio de la frente) y tres Gigantes. El Cielo, temeroso de la fuerza de sus hijos, fue encerrándolos a medida que nacían en el abismo del Tártaro.
                Finalmente la Tierra, como buena madre, decidió liberarlos y el menor de los Titanes, Cronos (el tiempo), eliminó a su padre, ocupó su lugar y comenzó a reinar junto a sus hermanos.
                Cierta vez, Eros convocó a los hijos de un Titán, llamados Prometeo y Epimeteo, y les pidió que modelaran a un ser capaz de dominar a todos los animales que poblaban la Tierra.
                Prometeo tomó arcilla húmeda y modeló figuras con forma semejante a la de los dioses. Eros les infundió con su soplo el espíritu de la vida, y así nacieron las personas.
                Prometeo quedó tan encantado con las criaturas recién creadas que quiso ofrecerles algo que las hiciera mucho más parecidas a los dioses. Entonces robó una chispa del fuego sagrado y se la regaló, para que tuvieran dominio sobre el fuego.
                Ese atrevimiento de Prometeo irritó mucho a los dioses, quienes para vengarse crearon a una mujer hermosísima, a la que llamaron Pandora. A ella le regalaron un cofre y le ordenaron que jamás intentara abrirlo.
                Pandora aceptó la condición y se convirtió en la feliz esposa de Epimeteo. Durante un tiempo vivieron muy contentos; pero, como bien lo habían previsto los dioses, Pandora no pudo contener su curiosidad y abrió el cofre, del que comenzaron a salir toda clase de males, enfermedades y crímenes, que se esparcieron por el mundo. Solo la Esperanza quedó en el fondo de la caja.
Así fue como la maldad y las pasiones se fueron adueñando de los hombres. La Tierra se empapó de sangre y la Buena Fe, la Justicia y el Pudor la abandonaron y volaron hacia el Cielo. Viendo esto, los dioses consideraron que la raza de los hombres no debía sobrevivir y desbordaron las aguas del Cielo y de la Tierra; tierra y mar se confundieron y solo logró sobrevivir una pareja: un hombre, Deucalión, y su esposa Pirra, considerados justos y piadosos.
Ambos se mantuvieron a bordo de una débil barca y, cuando las aguas descendieron, lloraron sobre la tierra desierta rogando piedad a los dioses.
Entonces escucharon una voz poderosa que les decía estas palabras: “Velad vuestros ojos y tirad hacia atrás los huesos de vuestra abuela”.
Después del desconcierto del principio se pusieron a meditar y comprendieron que su abuela era la Tierra, y que los huesos de la Tierra eran las piedras.
Entusiasmados, comenzaron a caminar arrojando, a cada paso, una piedra hacia atrás. De las piedras que arrojaba Pirra nacían mujeres y de las que tiraba Deucalión surgían hombres.
Así se repobló la Tierra después del tremendo diluvio.
En Dioses, héroes y heroínas.
Historias de la mitología griega
Versión de Beatriz Fernández y Alicia Stacco
Buenos Aires, Santillana, Leer es genial, 2001

1)      Respondé:
a)      ¿Quién y cómo creó a los hombres según el mito griego del origen?
b)      ¿Por qué Prometeo provocó el enojo de los dioses?
c)       ¿Qué contenía la caja de Pandora y qué aconteció luego de que se abriera?
d)      ¿Sabían los dioses que Pandora abriría la caja? ¿Por qué?
2)      Indicá si son verdaderas (V) o falsas (F) estas afirmaciones y justificá con una cita textual.

-          Los dioses griegos eran temerosos de sus hijos.
-          Crearon a los hombres iguales a sí mismos.
-          Regían las acciones de las personas.
-          Si se enojaban, eran muy rencorosos.
3)      Confeccioná una lista con todas las características que debe tener un relato para ser considerado mítico y luego, con esos datos, redactá una posible definición de mito.
4)      Leé este mito:
Perséfone era hija de Zeus y de Deméter, la diosa de la agricultura. Un día Hades, el dios de los muertos, la raptó y la llevó a los infiernos como su esposa. Deméter, enojada, maldijo la tierra que ya no dio más frutos. Los hombres hambrientos se quejaron a Zeus, quien ordenó a Hades que devolviera a la joven. Pero Perséfone ya había probado la comida del mundo de los muertos y no podía quedar del todo libre. Entonces llegaron a un acuerdo: la joven pasaría la mitad del año con Hades y el resto con su madre. Así, cuando Perséfone bajaba a los infiernos, Deméter estaba triste, los árboles perdían sus hojas otoñales y no había cosechas. Cuando la joven subía a la Tierra, la alegría de Deméter hacía reverdecer las plantas y crecer sus frutos.
a)      ¿Qué explica este mito?
b)      ¿qué es la mitología?
c)       ¿Por qué podemos considerarlo un relato “verdadero y sagrado”?
d)      ¿Quiénes y cómo son sus personajes?
e)      ¿Qué objetivo te parece que guiaba al pueblo griego a contar este mito?


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