martes, 17 de marzo de 2020

PSICOLOGÍA


INSTITUTO JOSÉ MANUEL ESTRADA
MATERIA: PSICOLOGÍA
CURSO: 4to SOCIALES
PROFE: YANINA COSIMANO

Actividad 1. Semana del 16 al 20 de marzo del 2020.
TEMA: LA PSICOLOGÍA COMO CIENCIA.  
Alumnos y alumnas, a continuación les copio un texto que aborda lo que estuvimos trabajando en la clase del miércoles 11/3. Notarán que su complejidad es media, pero ustedes disponen de toda esta semana para realizar la actividad:
1- leer el texto y hacer un resumen, anotando las ideas principales.
2- anotar las ideas que les resultan difíciles de comprender.
Dicha actividad nos permitirá más adelante proseguir con otros temas específicos de la materia. 

CONOCIMIENTO NATURAL Y CONOCIMIENTO CIENTÍFICO en PSICOLOGÍA

Todas las personas poseen conocimientos de psicología. Los han adquirido por experiencia directa, por observación y por información verbal. Solo raramente por enseñanza formal.
La persona que empieza a cursar la asignatura de psicología no lo hace partiendo de cero, sino que ya posee unos sólidos conocimientos en la materia. Por ejemplo: sabe describir y explicar el propio comportamiento y el de las otras personas, puede anticipar o predecir las conductas de los demás, sabe en qué momento es adecuado decir o hacer algo y en qué momentos no puede entender y sintonizar con lo que les sucede a otras personas (empatía) sabe mantener relaciones personales satisfactorias con sus familiares, amigos y desconocidos. En una palabra, sabe psicología. En ocasiones, le asaltarán dudas, porque su conoci­miento no es completo, pero ningún conocimiento lo es.

¿Cómo ha adquirido estos conocimientos? Como cualquier otro aprendizaje, los ha adquirido de varias formas: por la experiencia directa, observando los resultados de sus acciones (feedback) y reflexionando sobre ellos, por observación e imitación del comportamiento de los demás, a partir de sus consejos, instrucciones y sugerencias. Mediante el juego (sobre todo simbólico), como medio para ensayar sin riesgos nuevas pautas de comportamiento, escuchando los relatos sobre personajes reales o fantásticos, mediante los cuales ha aprendido las bases de la explicación del comportamiento humano.

Si estuviéramos hablando de matemáticas, física o historia, tendríamos que citar otro medio para la adquisición de conocimientos: el aprendizaje formal, el que tiene lugar en la escuela. Pero éste no suele existir en psicología y es muy probable que la primera experiencia en este campo se produzca -cuando se produce- en el ámbito universitario.
Se trata de conocimientos propios de la psicología natural, no de conocimientos científicos.
               
Si, movida por el interés por el comportamiento de las personas, una estudiante trata de ampliar sus conocimientos consultando un texto de psicología, es muy posible que se decepcione. Encuentra que el lenguaje es muy distinto del que ella suele usar, ignora a qué se refiere la mayoría de las cosas que lee, y no parece que los textos recojan lo que a ella le interesa.

Esto no es exclusivo de la psicología, sino que algo análogo puede pasar en cualquier otra disciplina científica. Por ejemplo, un niño de pocos años que sepa montar en bicicleta, sabe mucha física. Dicho de otra forma: su comportamiento al tomar curvas puede ser descrito muy bien por un texto de la materia. Sin embargo, si este niño consultara un manual de física para averiguar la mejor forma de sentarse en la bicicleta para mantener el equilibrio, no encon­traría gran cosa que le sirviera. Le resultaría mucho más útil preguntar a un compañero más experto. Y lo mismo sucedería con un cocinero que consultara un texto de química para conocer las mejores combinaciones de condimentos para hacer un besugo al horno.

La conclusión a que nos llevan estos ejemplos es que no hay un solo tipo de conocimiento, sino varios. De ellos nos interesan básicamente dos: el natural y el científico(o disciplinario). El primero, que, en psicología, es también conocido como de sentido común, está representado en la descripción de lo que sabe esta estudiante. El segundo es lo que se entiende por psicología como ciencia y está representado por el contenido de los textos y manuales de la disciplina.

Como se ha dicho, el primero es exclusivamente empírico; se adquiere por experiencia directa y en la solución de los problemas que presenta la realidad y la convivencia social. El segundo, por enseñanza formal, el estudio de los textos y la comunicación con los miembros de la comunidad científica. Ninguno de ellos es mejor que el otro, en términos absolutos. Lo es en términos relativos: respecto a un contexto y para unas necesidades determinadas. Un investigador en psicología puede saber mucho del comportamiento humano pero difícilmente este conoci­miento le serviría para ganarse la vida como jugador de póker profesional. Las diferencias entre los que tienen conocimientos de psicología natural y de psicología científica son cualitativas. No es que los científicos sepan más, sino que saben cosas diferentes o las saben de una forma diferente.
Los dos tipos de conocimientos se diferencian por el lenguaje, por sus fines y sus métodos
               
Las principales diferencias entre estos dos tipos de conocimiento residen en el lenguaje, los fines y en la metodología (Figura 1). En cuanto al primero, la diferencia radica en el nivel de generalidad de sus enunciados. El lenguaje del conocimiento disciplinario o científico es abstracto, se articula en enunciados (leyes y teorías) referidos a clases generales. No se ocupa de lo que le sucede a un individuo particular en su contexto concreto. Le interesa el comportamiento de todos los individuos u objetos que compartan una determinada característica.

Fig. 1. Diferencias entre el conocimiento científico y el conocimiento natural.

El conocimiento natural es, generalmente, parcial; se circunscribe a la solución y explicación de problemas concretos, en contextos concretos. Por esto es típico que su lenguaje sea anecdótico, basado en explicaciones particu­lares para hechos o situaciones particulares. Para hacer un símil gastronómico, una cocinera estará interesada en realizar la mejor pizza posible, no en formular teorías sobre “El método pizzaiolo”, ni sobre la composición de los alimentos. Asimismo, al propietario de un viñedo le interesa hacer un buen vino, no formular los principios de la fermentación. A un joven a punto de irse de vacaciones le interesa conseguir dinero de su abuela, no una teoría de las motivaciones.

Por su vinculación con las situaciones particulares, la coherencia, es decir, la exigencia de explicar de la misma forma fenómenos que pertenecen a una misma clase, no es un requisito del lenguaje natural, mientras que es una exigencia básica en el de los científicos.

Los dos tipos de lenguaje no son contradictorios, pero tienen fines distintos: en un caso comunicar, persuadir. En el otro, generar conocimiento.

En segundo lugar, los dos tipos de conocimiento se diferencian en el método a partir del cual se construye cada uno de ellos. Lo que hace válido un procedimiento o una explicación dentro del conocimiento natural es su eficacia o utilidad prácticas. La pregunta clave es: “¿Funciona?”

En cambio, lo que hace lícita una afirmación dentro del ámbito científico es su fundamento: las pruebas en que se basa, la posibilidad de ser refutada. Por esto, la pregunta que mejor define el conocimiento de los científicos es: “Vd., ¿cómo lo sabe?”.Como se verá en el tema sobre la evidencia científica, esta pregunta es la base del saber científico, aquello que lo fundamenta. La ciencia no parte del supuesto de que los científicos son absolutamente imparciales y objetivos, sino de todo lo contrario. Precisamente porque asume su subjetividad y su tendencia -compartida con los demás mortales- a hacer inferencias dictadas por sus deseos, dispone de una batería de apoyos metodológicos para contrarrestarlas. El conjunto de estos apoyos conforma lo que se conoce como el “método científico”.

Se desprende de lo anterior que no podemos decidir si un enunciado es científico sólo en base a los términos en que está formulado o a los fenómenos a los que se refiere. En principio, tan científica es la afirmación Los cítricos contienen vitamina C como Los baños de luna mejoran la autoestima. Se podrán establecer las diferencias en cuanto se especifique en qué se basa cada una de ellas y qué pruebas las sustentan.

A pesar de sus diferencias, el conocimiento científico no es algo aparte y radicalmente distinto del conocimiento natural, sino que se basa y deriva de él. La ciencia no surge de la nada, sino de las soluciones a los problemas que los seres humanos han ido encontrando en el curso de la evolución. Las disciplinas científicas se asientan sobre los conocimientos y la manera de describir la realidad propia del sentido común y de la experiencia humana. Si no existiera conexión con el conocimiento natural, las ciencias no podrían aprenderse ni, probablemente, existirían.

Fuente: http://www.ub.edu/iasc/content/t1.3-los-dos-tipos-de-conocimientosse-diferencian-por-el-lenguaje-por-sus-fines-y-sus

No hay comentarios:

Publicar un comentario